Actualmente los investigadores
que realizan trabajos que dan novedades en las ciencias de la vida, no
requieren de gran infraestructura, es decir, los materiales se consiguen fácilmente,
esto significa que investigaciones en estas áreas pueden llegar a ser grandes sin
problema en cualquier país, lo que significa que la globalización se puede
llevar a cabo en el campo de las ciencias como por ejemplo en la genética y
biotecnología. En el caso de la Biotecnología, esta no se considera
una ciencia definida como tal sino por el contrario es un sinergismo
multidisciplinario en el cual se involucran diferentes ciencias como la
biología, bioquímica, genética, virología, agronomía, ingeniería, química,
medicina, veterinaria, entre otras. Su enfoque esta direccionado a la
investigación básica como a la resolución de problemas prácticos y la obtención
de bienes y servicios para el beneficio del hombre, la biotecnología tiene el
objetivo de aportar soluciones innovadoras y sustentables a la contaminación
ambiental, producción de medicamentos, alternativas para la agricultura, técnicas
modernas para el mejoramiento genético del ganado, peces, aves, etc.
La Biotecnología es una
tecnología que puede interpretarse de dos maneras en lo que respecta al concepto de tecnología emergente,
ya que en ella influyen aplicaciones tecnológicas tan antiguas como el hombre,
como es el caso de la transformación de alimentos (pan, cerveza, vino, lácteos)
al recurrir a tecnologías tradicionales en la industria, los procesos
de fermentación utilizados en la industria agroalimentaria y farmacéutica e incluso la parte del desarrollo biotecnológico en las tecnologías modernas que
provienen del conocimiento de las bases de la información genética y de la
capacidad para modificarla. En resumen, la biotecnología
es una tecnología que utiliza las propiedades de los seres vivos para producir
y transformar alimentos, para obtener sustancias con actividad terapéutica, para
dar solución a las alteraciones del medio ambiente, etc.
En unos casos
utiliza las propiedades de los seres vivos como en la naturaleza,
lo que corresponde a la biotecnología antigua o clásica, en otros casos aplica
el conocimiento de las capacidades funcionales de los organismos para producir sustancias
o mejorar procesos constituyendo la denominada biotecnología moderna o de segunda
generación (por ejemplo producción de antibióticos y vitaminas). Hoy
se ha llegado a hablar de biotecnología de tercera y cuarta generación surgiendo en la segunda mitad del siglo XX debido a la profundización del
conocimiento de las bases moleculares de la vida, que permitió la manipulación
del genoma para saltar las barreras entre especies. La biotecnología de tercera
generación se basa en la manipulación de las moléculas de ADN para obtener organismos
o productos útiles y la de cuarta generación en el conocimiento de la secuencia
en que se encuentran los nucleótidos en el ADN y el conjunto de las proteínas
en el organismo, en busca de aplicaciones en la salud humana como
la medicina personalizada basada en la genómica y la proteómica.
Todo lo expuesto anteriormente
hace ver que la biotecnología responde a los problemas de un mundo globalizado,
por ser interdisciplinaria y aportar soluciones innovadoras y sustentables a
los problemas que son propios del hombre de hoy. Debido al desarrollo de la
biotecnología moderna, la biotecnología se ha convertido en una disciplina controversial,
ya que es capaz de generar importantes soluciones a grandes problemas pero a la vez
crear problemas de magnitudes inesperadas. Ha generado enormes temores, al mismo tiempo
que da surgimiento a nuevas esperanzas en el futuro de los recursos
y de la forma en que nos relacionamos con ellos.
Entre los aspectos positivos
que se le atribuyen a la Biotecnología está el que ofrece una manera de
satisfacer la demanda creciente de alimentos sin imponer una presión aun mayor
sobre los escasos recursos naturales. Permite cultivar plantas de mejor calidad
con altos rendimientos al mismo tiempo que protege y sostiene el medio ambiente,
disminuye el uso de plaguicidas en los cultivos destinados a la alimentación,
trabaja en la recuperación de suelos aprovechando superficies abandonadas con
la posibilidad de ser aprovechados en agricultura, siempre teniendo la idea de
seguridad alimentaria. Sin embargo, dentro de los puntos negativos
en el uso de la biotecnología se encuentran la desconfianza que genera
el consumo de los alimentos transgénicos, la posibilidad de dar lugar
a seres antinaturales que eventualmente sean perjudiciales, generar
enfermedades que terminen con la humanidad o que nos obliguen a vivir una vida
por debajo de los estándares que se tienen actualmente, la visión de un medio ambiente alterado y nocivo que ya no se pueda vivir en él, el control ejercido por las grandes compañías
multinacionales y los enormes intereses financieros que se mueven detrás de
este tema que alertan a personas de todas partes del mundo sobre los peligros,
no de la biotecnología, si no del negocio que se ha construido a su
alrededor y que incluyen derechos de explotación, patentes sobre la vida,
márgenes de ganancia desproporcionada, inequidad entre ventajas comerciales
sobre ventajas humanitarias y ambientales, campañas de desinformación y por
supuesto irresponsabilidad frente al compromiso con las próximas generaciones.
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